Hace poco mencionaba en el Poster de Domingo sobre chicas bond que mis recuerdos sobre la saga fílmica del espía ingles era a corto plazo, es decir que tengo claro las películas que si filmaron desde que Pierce Brosnan tomo el rol hasta la actualidad, de las demás solo tengo pequeños esbozos en mi mente, la idea me dio vueltas en la cabeza por varios días, llegando a la conclusión de que sería buena idea ponerme en la tarea de ver cada una de las películas de la serie Bond editadas antes de los 90’s por simple gusto cinéfilo. La tarea se me presenta bastante divertida, el plan es tomar la saga en orden cronológico (por aquellos de la evolución del personaje) empezando con Dr. No (1962) y finalizando con Licence To Kill (1985), con este idea en mente me puse con Dr. No, película que en mis recuerdos eran bastante disfrutable, pero tras el nuevo visionado debo recapacitar muy bien sobre mi sistema de almacenamiento cerebral.
Dr. No toma como base la novela homónima escrita por Ian Fleming en 1958, siendo la sexta de la saga literaria, curiosamente se toma esta en la que el personaje esta ya plenamente construido por la mente de Fleming y no Casino Royale (1953) primera aparición literaria del agente Bond en el que podemos ver los primeros rasgos de su característica personalidad. El guio estuvo a cargo de Richard Maibaum quien cambio algunos aspectos de la idea original sin perturbar el grueso de la historia que nos relata como 007 debe viajar a Jamaica para investigar la desaparición de un compañero del MI6 el cual se encontraba tras la pista de las misteriosas operaciones en la isla Crab Key. Al llegar a Jamaica Bond es recibido por un sospechoso conductor que dice venir de parte del gobierno y que tiene como encargo trasladar al agente ingles a su respectivo hotel, por supuesto Bond no se tomo muy enserio esta afirmación, sospechando de inmediato de las intenciones del conductor que a leguas se ve que es uno de los chicos malos. Bond entonces optara por seguirle la corriente propiciando una de las mejores escenas de la película en la que la astucia de 007 es puesta a prueba en un combate sumamente interesante.
Hasta ahí las cosas prometían, 15 minutos y semejante escena, pensaba mientras veía como Sean Connery acaba con el secuaz del villano de turno. Lastimosamente tras estos minutos iníciales la película entra en un casi interminable paseo por la ciudad de Kigston mientras que Bond intenta atar los cabos necesarios para descubrir cual es secreto que se esconde en la isla Crab Key, pero sobretodo quien es su misterioso propietario, un hombre conocido como el Dr. No Cuando por fin Bond resuelve el puzzle y decide tomar rumbo hacia la isla misteriosa, se ha perdido tanto tiempo del film que la sensación que me dejo es que fue un desperdicio completo ese tramo de la película, sin embargo el director Terence Young tenía un as bajo la manga para despertarme del letargo en que me tenia sumergido las pesquisas del mejor agente del MI6. Ese as bajo la manga no es nadie más que Ursula Andress que ataviada de un sugerente bikini blanco regala por mucho el mejor momento de la película en una escena en la que sale del mar la cual aun hoy en día puede sacarme más de un suspiro.
Tras la incursión de Andress, la película despega un poco al estar a puertas de conocer al hombre que se esconde tras ese enigmático Dr. No, que no es otro que Joseph Wiseman, un actor canadiense poco conocido pero que en esta película destaca como un gran súper villano, al cumplir con creces todas las necesidades del género revelando innecesariamente su plan de controlar los cohetes enviados a la Luna por parte del gobierno de los Estados Unidos para que estos sirvan a los interés de la organización SPECTRA (Ejecutivo Especial para Contraespionaje, Terrorismo, Venganza y Extorsión), dándole el tiempo necesario para que nuestro héroe se escabulla y urda el plan que lleva al traste los planes del satánico Dr. No, -suscripción religiosa que le acuñaron en la traducción hispanoamericana- precipitando el irremediable enfrentamiento final que me resulto bastante flojo, a decir verdad esperaba mucho más del científico loco, sobre todo teniendo en cuenta que tenía dos garras como manos pero que muy torpemente utilizo contra 007 que en un rápido movimiento envía al temible Dr. No a un pozo radioactivo lo que produce una serie de explosiones en la isla de las que Bond se salva por los pelos, al igual que la película que por muy poco se salva de ir a la pira de las malas películas.
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