martes, 15 de octubre de 2013

The Purge

"La historia lo ha demostrado una y otra vez, somos una especie violenta, guerras, genocidio, asesinatos. La negación de nuestra naturaleza es el problema, La Purga no solo restringe la violencia social a una sola noche sino que la catarsis nacional crea estabilidad psicológica al permitirnos liberar la agresión que todos tenemos."

The Purge (2013) es una película escrita y dirigida por James DeMonarco que aparentemente se inscribe dentro del género de invasión domestica pero que su trasfondo va mucho más allá del simple grupo de enmascarados que atacan tu hogar.  La premisa inicial nos presenta una sociedad en la que la criminalidad tiene los índices más bajos de la historia, todo esto gracias a La Purga, un periodo anual de 12 horas instaurado por el gobierno en el que toda actividad criminal (homicidios, robos y violaciones) están permitidas, convirtiendo la noche de la purga en una especie de catarsis social en la que pueden liberar su bestia interior cumpliendo sus más oscuros deseos criminales. Seremos entonces testigos de esta noche en la que la familia Sandin encabezada por Ethan Hawke y Lena Heady se prepara para afrontar la purga anual gracias al sistema de seguridad que el Sr. Sandin tiene instalado en su hogar y que parece mantenerlos a salvo de los desordenes que se viven en el exterior, sin embargo la noche no será tan pacifica como ellos esperaban tras la aparición de un personaje a las afueras de su casa que busca refugio desesperadamente y es justo en este momento cuando la película cambia de registro y se encamina hacia un discurso moral que se convierte en el peor error de la película.


Nos quedamos entonces con el misterioso personaje que pide ayuda y que es visto por el hijo menor de la familia, Charlie, quien en un acto de suprema nobleza decide desactivar el sistema de seguridad que salvaguarda su hogar para dejar entrar a un completo extraño, en uno de los momentos más hilarantes de la película que de solo recordarlo me hace hervir la sangre, y es que personaje de Charlie interpretado por Max Burkholder es por mucho el niño más fastidioso y molesto de la historia del cine, la seguidilla de errores que comete durante la película son tan ridículos y faltos de sentido común que me dan mal humor. Pero no nos desviemos de la trama que se retuerce con la llegada de este personaje, que sumado al novio de la hija mayor, el cual se cuela en la casa para asesinar a Hawke por no permitir que su amor florezca desencadenan una escena casi lisérgica en la que este Romeo del siglo veintiuno muere víctima de un disparo, momento que es aprovechado por el “invitado” de Charlie para desaparecer dentro de la casa.


Para enriquecer aún más la rocambolesca trama llegan de la nada los perseguidores del extraño que está dentro de la casa, se trata de un grupo de enmascarados al más puro estilo The Strangers (2008), que instan a la familia Sandin a entregar al intruso en un plazo de dos horas o serán víctimas de la noche de la purga.  Por supuesto ni cortos ni perezoso los padres van en busca de lo que puede ser su boleto de salvación, pero no contaban con que su querido Charlie ayudara a esconder a quien muy seguramente les causara la muerte, por fortuna Hanke es un hombre de armas tomar y se la apaña para atrapar el intruso para entregarlo al grupo de enmascarados que se encuentra afuera de su casa y que con el pasar del tiempo se tornan más hostiles. Es entonces cuando la falsa moral aparece de nuevo en manos de los restantes miembros de la familia que juzgan las actuaciones del Sr. Sandin quien solo actúa bajo la naturaleza del ser humano que lo lleva a proteger a sus seres queridos bajo cualquier costo, lastimosamente este discurso lacrimógeno de padre ejemplar vence por completo al hasta hora racional padre que decide que la mejor opción es luchar contra el grupo invasor y no entregar al intruso.


Esta decisión desencadena la invasión por parte del grupo exterior en una de las mejores secuencias del filme en la que Ethan Hawke se roba todos los aplausos con una actuación cargada de emociones que me hizo apretar los dientes y cruzar los dedos porque al final este recién nacido héroe de acción saliese victorioso, pero mi buena energía no fue suficiente ya que de nuevo la idea del director de ejemplarizar a través de la película toma como víctima el personaje de Hawke que muere en una especia de expiación de sus propios pecados a manos del líder invasor. Quedara el resto de la familia presa de los enmascarados que cuando están a punto de liquidarles, son asesinados por los vecinos de la familia Sandin quienes toman la purga en sus manos en un movimiento que no me esperaba, más aun cuando estos revelan que sus verdaderas intenciones no son salvarlos si no acabar con ellos por su propia cuenta. Nuevamente tenemos a la familia a puertas de la muerte y "cuando nadie se lo esperaba” aparece el invitado de Charlie para salvarlos una vez más dejando algunos vecinos vivos listos para ser víctimas de la purga, pero que gracias a la intervención de Miss Sandin y su visión moralista sobreviven regalándonos un final políticamente correcto que me deja un mal sabor de boca por lo que pudo ser y no fue en una película que aunque entretenida, flaquea por su falta de riesgo y su convencionalismo que la condena a ser una más del montón.

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