The Texas Chainsaw Massacre (1974) es una de las películas más emblemáticas dentro del cine de género, su singular presentación de la violencia que invade la América profunda, tomando como referentes los asesinatos cometidos por Ed Gein, impacto a la sociedad conservadora de la época que tomo la película como algo sumamente perturbador, más aun cuando los productores decidieron venderla como un filme basado en hechos reales produciendo mayor antipatía frente a la obra de Tobe Hooper, aunque paradójicamente esto genero un aumento considerable en la taquilla que alcanzo casi los 30 millones de dólares obteniendo criticas muy positivas y dejando a Leatherface como un personaje icónico gracias a su caracterización que no puede ser pasada por alto, y es que difícilmente puedes olvidar la imagen de un tipo de dos metros con máscara hecha de piel humana y con un motosierra persiguiendo a unos desafortunados jovenzuelos obsequiando momentos que perduran en la memoria como la captura que se utilizo para el poster original en la que Leatherface está presto a darse un festín con la Marilyn Burns.
Algo similar se realiza para el mercado británico, teniendo como absoluto protagonista a Leatherface empuñando su motosierra en otro momento épico del filme en el que nuestro amigo cara de cuero pierde (aun más) la cabeza, en una escena que reviviéndola sigue generando en mi esa sensación de angustia que me produjo la primera vez.
Algo radicalmente diferente es la propuesta alemana que nos regala una postal de toda la familia –abuela muerta incluida- en la que todos posan para la posteridad que desde mi punto de vista resulta bastante floja, sobre todo por la forma en que se ve Leatherface que me recuerda poderosamente a Divine de Pink Flamingos.
Aunque la mejor visión la tienen el poster italiano que se decanta por una genial ilustración que muestra en todo su esplendor a Leatherface con su implacable motosierra, en una imagen que en mi opinión representa a la perfección la sensación de violencia desatada que produce la película.
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