Lo que me gusta de I Am A Hero es que a Kengo Hanazawa no le tiembla la mano para llevar su obra a puntos que otros autores consideran innecesarios. El salvajismo de su trabajo es innegable y está plenamente fundamentado en la naturaleza humana de intentar sobrevivir a toda costa, así es como en el manga de Hanazawa quienes no estén listos para enfrentar la amenaza zombie se verán obligados a entrenar con zombies capturados apuñalándoles en repetidas ocasiones para así acostumbrarse a la sensación que produce el destripar sus cuerpos.
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