martes, 27 de mayo de 2014

Momentos POP – Superheroes, Asesinos y Mitología Pop


Bill: como sabes, me gustan todos los cómics. Especialmente los de los superhéroes. Encuentro que toda la mitología que rodea a los superhéroes es fascinante. Piensa en mi héroe favorito, Superman. No tiene un gran argumento, ni tampoco es un buen dibujo, pero la mitología.... su mitología no sólo es genial, es única. Verás, algo básico en la mitología de los cómics es que cada superhéroe tiene su alterego. Batman no es otro que Bruce Wayne, Spiderman se llama Peter Parker. Cuando el personaje se despierta por las mañanas sólo es Peter Parker. Tiene que ponerse un traje para convertirse en Spiderman. Y esa es la característica que hace de Superman algo único. Superman no se convirtió en Superman, sino que nació como Superman. Cuando se despierta cada mañana es Superman. Su alterego es Clark Kent. Y su traje, el que lleva esa enorme S, es la prenda en la que estaba envuelto cuando le encontraron los Kent siendo un bebé. Esa es su ropa. Lo demás, las gafas, el traje azul..., es su disfraz. Es el disfraz que Superman se pone para ser uno más de nosotros. Clark Kent es su visión de nosotros. Y ¿ cuáles son las características de Clark Kent ? Es débil, no confía en sí mismo... es un cobarde. Clark Kent, Superman, critica así a toda la raza humana. Igual que Beatrix Kiddo a la señora de Tommy Plimpton...
Beatrix: ya vamos al grano
Bill: tú podrías disfrazarte de Arlene Plimpton. Pero naciste siendo Beatrix Kiddo. Y cada mañana al despertar seguirías siendo Beatrix Kiddo.
Beatrix: ¿ Estás llamándome superhéroe ?
Bill: te llamo asesina. Desde el día en que naciste. Siempre lo has sido y siempre lo serás. Vivir en El Paso, trabajar en una tienda de discos, ir al cine con Tommy, recortar cupones... es sólo la forma que tienes de disfrazarte de abeja obrera para intentar diluirte en el enjambre pero tú no eres una obrera, eres una asesina renegada. Y por muchas cervezas que te tomes y barbacoas que hagas, y por mucho que engordes, nada en el mundo cambiará ese hecho.

Quentin Tarantino aprovecha los momentos finales del enfrentamiento entre Bill y Beatrix para colarnos una reflexión en la que cabe de todo, desde mitología comiquera hasta pensamientos existencialistas. Todo esto en la irregular Kill Bill 2 que como cierre de la historia funciona de maravilla pero como película individual se queda corta ante la majestuosidad de su predecesora.  

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