Uno de los comics de ciencia ficción más emblemáticos de la historia es sin duda Flash Gordon, creación del guionista Alex Raymond que surge en respuesta a otro icono de las tiras cómicas Buck Rogers que para la época acaparaba el mercado de las revistas pulp pero que con la introducción de Flash Gordon quedo en un segundo plano, gracias en parte a los seriales creados por la Universal que se convirtieron en un éxito inmediato. La fama de personaje perduro por más de treinta años pero poco a poco se fue diluyendo con la llegada de nuevas aventuras galácticas más acordes con los preceptos de la época que acaparaban la mayoría de las miradas a la cabeza de Star Trek y Star Wars. Curiosamente George Lucas quiso llevar a la gran pantalla las aventuras de Flash Gordon, pero los derechos estaban en manos de Dino De Laurentiis que tenía entre manos la idea de plantarle frente a la saga galáctica de Lucas con una adaptación dirigida por Federico Fellini el cual rechazo rápidamente la oferta del productor italiano que quedo con el proyecto varado por algún tiempo hasta que recluto Mike Hodges un director menos conocido pero que no le temblaba la mano a la hora de enfrentarse a las psicotronicas ideas de Delaurentiis.
Así nace Flash Gordon, space opera protagonizada por Sam J Jones que con una desfachatez poco usual se pone en la piel del héroe pulp en una aventura que lo llevara al reino de Mongo gobernado por el despiadado Emperador Ming encarnado por Max von Sydow el cual logra una caracterización perfecta del villano espacial destacando sobremanera sobre el resto del elenco que se complementa con Melody Anderson como la damisela en problemas Dale Arden, el ganador del Globo de Oro Chain Topol como el doctor Hanz Zarkov y la maciza Ornella Mutti como la seductora Princesa Aura para cerrar un plantel que interpretativamente se queda corto pero que por lo menos cumple con las necesidades de la película de Hodges.
En cuanto a la historia es una típica cruzada del héroe en la que Flash Gordon se enfrentara contra el Emperador Ming el cual está causando graves estragos en la tierra provocando terremotos e inundaciones para menguar la voluntad humana y así tener una conquista mucho más fácil. Por supuesto Flash se interpondrá en los planes de Ming regalándonos escenas de batalla absurdas como la inicial en la que la guardia personal de Ming le está dando una paliza a Flash, pero que tras poner en sus manos un objeto que simula ser un balón de futbol americano cobra súper poderes dignos de Hulk y arremete tecleada tras tecleada contra los esbirros del emperador que ahora parecen unos completos papanatas contras las técnicas del héroe terrícola.
Y esto es sucede en los primeros minutos de la película, el resto del metraje nos guardara más momentos como este, en especial desde que Flash se alía con los reinos oprimidos del planeta Mongo para derrotar al terrible Emperador Ming, regalándonos escenas repletas de coreografías sobreactuadas y malos efectos especiales. Pese a esto no puedo negar que la diversión está asegurada, ya sea por lo absurdo de su guión, por sus personajes sacados de la visión más pulp del comic de Rymon, por sus efectos especiales repletos de rayos laser y paneles de bombillitos o por lo genial que es ver a von Sydow como el malvado Ming, Flash Gordon es una de esas películas a las que la frase..es una película tan mala que resulta siendo buena representa a las mil maravillas.
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