lunes, 26 de agosto de 2013

Sin Noticias de Gurb: 2 Extraterrestres, Marta Sánchez y 100 kilos de Churros

“08.00 Todavía sin noticias de Gurb. Llueve a cántaros. En Barcelona llueve como su Ayuntamiento actúa: pocas veces, pero a lo bestia […]”.

Perlas como esta es la que pululan por cada una de las páginas de Sin Noticias de Gurb libro escrito por Eduardo Mendoza en 1991 y que narra las aventuras de dos extraterrestres que llegan a la tierra con la misión de estudiar el planeta, bajo esta premisa los extraterrestres deciden tomar formas humanas que les sirva de camuflaje durante la investigación, uno de ellos, Gurb adopta la figura de Marta Sánchez y rápidamente se pierde por las calles de Barcelona que se encontraba en plena ebullición preolímpica, es entonces cuando su compañero decide emprender la búsqueda de Gurb tomando sucesivamente la figura de El Conde Duque de Olivares, Ortega y Gasset, Gary Cooper, Gandhi Jacques Custeau relatando todas sus peripecias en una bitácora que a modo de diario servirán a lector para adentrarse en la psique de este singular personaje el cual poco a poco irá descubriendo una sociedad repleta de extraños comportamientos que paulatinamente ira emulando.

Es entonces este personaje el que Eduardo Mendoza utiliza como herramienta para observar la sociedad desde un punto de vista crítico sin la necesidad de adentrarse en terrenos sumamente reflexivos pues está claro que estamos frente a una comedia, en la cual el autor cumple una de las misiones más difíciles de la literatura, y esta es hacer reír al lector, que disfrutara con cada una de las disparatadas ocurrencias de nuestro visitante espacial, cargadas de una inocencia digan de un niño que empieza a conocer el mundo, pero que no por ello dejan de ser terriblemente absurdas y hilarantes como su obsesión por los churros o los constantes desaciertos en el intento de conquistar a su vecina, en un libro que es absolutamente recomendable aunque los referentes que parodia poco a poco van quedando en el olvido, el adentrarse en sus páginas aun más de 20 años después de su publicación resulta una experiencia tan amena que es difícil de igualar. 

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