Daytripper

Publicada originalmente como una maxiserie de 10 números por el sello Vertigo y que tras su traducción al español se edito en un tomo recopilatorio Daytripper es sin dudad alguna una de esas obras que te marcan tras su lectura;  y es que los hermanos brasileños Fábio Moon y Gabriel Bá nos han regalado un trabajo que nos enamora aun más de ese arte tan bello que es el cómic en una historia reflexiva que nos introduce en la vida de Brás de Oliva Domingos, un escritor de obituarios de la ciudad de Sao Paulo que sueña con convertirse en un reconocido escritor. Es entonces cuando la imaginación de los autores se desborda a través de cada episodio que nos va narrando de manera particular los momentos más importantes de la vida de Brás como el conocer el amor de su vida, sus viajes, la muerte de su padre, el éxito profesional o el nacimiento de su primer hijo que tienen como hilo conductor la muerte en cada uno de los episodios del protagonista, en un aspecto que nunca había visto antes y que resulta un mecanismo narrativo sumamente interesante que se debate constantemente entre el azar y el destino de Brás y como sus actos afectan su entorno.

Los autores entonces nos proponen un viaje sugerente que nos llevara a través de las diferentes  vidas y muertes del protagonista que resulta muy cercano al lector al tratarse de una persona común y corriente, con defectos y virtudes que se ven plasmados en cada uno de los obituarios que a manera de epilogo cierran cada uno de los capítulos que invitan siempre a la reflexión sobre la importancia de la vida y el aprovechar cada instante de la misma, que es para mí la idea principal de los autores al proponer esta trama de vida – muerte que resulta siendo más una oda a la vida que un canto del cisne, en un cómic profundamente emocional que no cae en el facilismo de drama lacrimógeno, si no que por el contrario explora la realidad de una mera práctica emparentada claramente con la tradición narrativa  latinoamericana.

Otro aspecto a recalcar es el hermoso arte que tiene el cómic, en especial el trabajo realizado por Dave Stewart en el coloreado que es sencillamente impresionante al utilizar una paleta de colores que carga aun más de emotividad la obra con momentos de luminosidad que fascinan gracias a sus tonos pastel y que no teme palidecer los mismos cuando de momentos sombríos se trata en un apartado que engrandece aún más el trabajo de los hermanos brasileños  que con este cómic se llevaron entre las manos el Premio Eisner a la mejor serie limitada en el año 2011, en un galardón más que justificado, pues estamos ante uno de los mejores cómics publicados en los últimos 10 años.