La década de los 80’s es sin duda una de las más prolíficas en cuanto a cine fantástico se refiriere, en ella encontramos gran cantidad de obras que podrían calificarse de culto, una de estas es House (1986) película dirigida por Steve Miner que logra de manera magistral combinar la comedia con el horror. William Kat, recordado por su trabajo en la serie de televisión El Gran Héroe Americano, es el protagonista de esta historia interpretando el papel de Roger Cobb uno escritor que regresa a la casa donde misteriosamente desapareció su hijo, allí intentara escribir su nueva novela con la que pretende exorcizar sus fantasmas internos, pero la “casa” no se lo pondrá fácil al estropear los planes de Roger con una serie de fenómenos inexplicables que harán tambalear la frágil mente de nuestro protagonista.
A partir de allí la película nos lleva por un camino de descubrimiento en el que Roger poco a poco va develando los secretos que la casa guarda en su interior al igual que el verdadero paradero de su hijo, convirtiendo su estadía en la casa en una lucha continúa por rescatarle, regalándonos varios momentos épicos que se quedan grabados en la memoria como el enfrentamiento con la vecina o el viaje al interior de la casa, todo esto acompañado con unos efectos especiales que destacan de inmediato por su vasta utilización de látex además de una banda sonora impecable a cargo de Harry Manfredini quien logra interpretar muy bien los múltiples contrastes que posee la obra de Steve Miner, creando en conjunto un producto sumamente disfrutable.
Cabe mencionar que tras el éxito de la película se rodaron varias secuelas: House II: The Second Story (1987), House III: The Horror Show (1989) y House IV: The Repossession (1992) todas ellas obras menores que no logran alcanzar la contundencia de la película original pero que en un afán de completismo podrían hasta resultar entretenidas, yo por mi parte espero continuar revisionando la saga para ver que otras sorpresas me puedo encontrar al interior de esta casa misteriosa.
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