martes, 2 de julio de 2013

Armas Secretas del Tercer Reich

Una de las temáticas más interesantes de la subcultura pop es el imaginario de las armas secretas que el Tercer Reich estaba preparando para inclinar a su favor la balanza de la segunda guerra mundial. En este apartado nos podemos encontrar con cañones sónicos, platillos voladores, tanques anfibios, balas que se curvaban en el aire y un sin fin de artilugios -cada uno más absurdo que el otro- provenientes de la imaginación de los científico alemanes la cual parecía no tener limite al idear proyectos insólitos que encajaban más en la ciencia ficción que en la misma carrera armamentística.

Uno de los artilugios más fascinantes y quizás el más conocido es el arma de infantería especial adecuado para atacar en el frente ruso, esta consta de una batería solar que permitía al soldado hacer uso de una mira infrarroja especialmente diseñada para detectar el calor en la fría estepa rusa, además este fusil estaba provisto de un minitelescopio que le aseguraba al portador la eficacia del disparo al fijar el objetivo con mayor facilidad. 


El siguiente en la lista es el Lankreuzer P-1000, más conocido como el “Crucero Terrestre”, un descomunal tanque provisto de tres cañones como arma principal, además de poseer múltiples salidas de artillería común que harían las delicias de los 20 tripulantes que necesitaba este titán para movilizarse, sin contar  con los ocho cañones antiaéreos y las dos ametralladoras automáticas que tenía como defensa lateral, sin duda un arma imponente que habría desequilibrado la balanza de la guerra.


Otra de estos proyectos es el Heinkel Lercher, conocido por el nombre clave de “Alondra”, prototipo de caza con capacidad de despegue y aterrizaje vertical cuyo diseño parece salido más de una portada Pulp de la época que de un científico en sus cabales al basar su capacidad de propulsión en dos hélices contrarrotativas impensables para la época.


Finalmente y mi favorito por mucho es el ala volante o más claramente el ovni nazi, producto de la más loca ingeniería alemana al copiar el diseño de los supuestos avistamientos de naves extraterrestres en el frente de batalla que ocupaban la mente de un Hitler cada vez más interesado en el ámbito de lo “paranormal”, proporcionando a sus científicos de cabecera los fondos necesarios para llevar a cabo el proyecto. Cabe resaltar que frente a este “artilugio” existen gran cantidad de  teorías conspiranoicas que relacionan a la Alemania nazi con una raza alienígena interesada en colonizar la tierra, algo así como un eje del mal conformado por Alemania, Japón, Italia y los hombrecitos verdes, sin duda un claro ejemplo de la subcultura pop  que espero tocar más adelante.


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