sábado, 15 de marzo de 2014

Oblivion, o de como Tom Cruise salva el mundo de nuevo

Tenía la oportunidad de decidir entre Elysium (2013) de Neil Blomkamp y Oblivion (2013) de Joseph Kosinski, me decante inicialmente por la primera al contar con la dirección de Blomkamp que con District 9 (2009) había sorprendido a medio mundo con su historia de refugiados alienígenas varados en Sudáfrica. Tras pasar un par de minutos en los que no conectaba con la película decidí cambiar de registro, era tarde en la noche y sabia que caería rápidamente si no encontraba algo que captara mi atención, por fortuna los primeros minutos de Oblivion resultaron el gancho perfecto al llevarme al año 2077 en una tierra desolada tras una guerra entre los humanos y una raza alienígena llamada los carroñeros que durante la batalla destruyen la Luna dejando al planeta sumido en un caos a causa de los terremotos y tsunamis que la falta del satélite natural produce. Esta situación lleva a los humanos a tomar su arma más poderosa desatando un ataque nuclear que les otorga la victoria pero que deja el planeta casi inhabitable condenando a los últimos reductos humanos a trasladarse a Titán, una de las lunas de Saturno que se convertirá en el nuevo hogar de la humanidad. En la tierra quedaran unos cuantos humanos encargados de proteger una serie de hidroplantas que se encargan de convertir el agua de la tierra en energía que será enviada directamente a Titán. 


Esta premisa más cercana a la ciencia ficción pulp será explotado a lo largo del metraje por Kosinski que se había planteado inicialmente realizar una novela gráfica con esta historia hasta que los productores de Hollywood le compraron la historia dejando la publicación de la misma en un eterno stand by aunque hábilmente la película fue promocionada como una producción basada en un cómic, herramienta que por estos días resulta muy rentable y que sumada a la presencia de una estrella como Tom Cruise aseguraban aparentemente un éxito en la taquilla. Sera entonces Cruise en el papel de Jack Harper quien nos guiara inicialmente por su día a día en la tierra mientras repara los drones encargados de proteger las preciadas hidroplantas que son constantemente atacadas por los carroñeros sobrevivientes. En su misión no estará solo, lo acompaña Vika encarnada por una guapísima Andrea Riseborough que se encarga de las comunicaciones entre Jack y el Tet, una estación espacial que sirve como puente entre la tierra y Titán con la que Jack parece mantener una relación amorosa.


Así nos pasmos la primera parte del metraje en la que el director nos regala planos de la tierra desolada mientras que Jack se dedica a reparar algunos drones, momento que sirve para conocer mejor la personalidad del protagonista que se presenta como un amante de la tierra y que se cuestiona su traslado a Titán tras el final de la misión. Esta aparente calma se rompe con la llegada de una capsula espacial con varios astronautas en estado de criogenia la cual es atacada por los carroñeros a los que Cruise se enfrenta con la ayudad de un drone que en plan Rambo arrasa con todo a su paso (astronautas incluidos) dejando como única sobreviviente a Julia Rusakova una cosmonauta rusa en la piel de la maciza Olga Kurylenko  que será llevada a la base de operaciones en la que reside Jack  causando los celos de Vika en un momento medio forzado que no aporta demasiado, aunque resulta el disparador perfecto para que Kurylenko y Cruise partan de nuevo en busca de la caja negra de la capsula espacial allí serán capturados por los carroñeros que se revelan como humanos y no como los extraterrestres invasores que Jack creía.


Este grupo es dirigido por Morgan Freeman que resulta ser un veterano de la guerra, pero no de humanos contra alienígenas, por que el giro de tuerca que Kosinski nos tenía preparado es que todo lo que sucede en la tierra es una tapadera de la estación Tet que resulta ser una especie de trasnformer espacial que lo único que quiere es secar la tierra para convertir su agua en energía. De ahí en adelante se nos irán revelando los secretos de lo que realmente ocurre en la tierra y de cómo estos afecta la percepción de Jack que se debate entre creer en la nueva realidad que le es revelada o en mantenerse en su burbuja donde nada puede salir mal. Punto que sirve de partida para una carrera final que si bien esta cargada de clichés y nos deja con un final políticamente correcto cierra con altura una película que parte con una premisa ambiciosa que se va perdiendo conforme pasan los minutos pero que como resultado global resulta una película totalmente disfrutable  gracias al buen hacer del director que sabe cómo mantener la atención del espectador así sea con ideas sacadas de la chistera de un mago.

                 

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